Esta Semana Santa estuve en
Asturias ¡por fin! con dos compañeras de trabajo. Hacía un montón de tiempo que quería ir y ya lo he conseguido. Estuvimos 5 días y hemos tenido bastante suerte porque sólo nos llovió uno, el resto hizo un solazo impresionante… aunque por las mañanas era un show porque casi siempre amanecía nublado o cubierto de niebla y no sabías lo que te ibas a encontrar.
El hotel estaba en
Bode, un pueblo de tan sólo 50 habitantes jajaa pero no era el típico pueblo perdido (aunque la carretera sí que era de estas que sólo cabe un coche y como venga otro de frente te mueres) sino que la gente allí tenía casas muy grandes con parcelas ajardinadas enormes y con coches nuevos. Vamos, que parecía un pueblo hecho a base de chalets y el hotel no era para menos: además de bonito y espacioso, era super acogedor. Esta era nuestra habitación:

Como prácticamente nos tiramos un día para ir y otro para volver, se puede decir que sólo estuvimos 3 días allí y entonces vimos lo típico y más famoso, aunque lo aprovechamos al máximo madrugando para que nos diera tiempo a hacer todo lo que queríamos. Por una parte vimos
Cangas de Onís,
Covadonga con los lagos Enol y Ercina (impresionantes!!) y los
Picos de Europa, que yo creo que esto fue lo que más nos gustó porque subimos al teleférico y al llegar arriba ¡¡¡estaba nevando!!! así que nos hicimos una guerra de bolas que nos dejó baldadas jajaja.

Aprovechando que el teleférico estaba ya en la parte de Cantabria, fuimos a
Potes y a
San Vicente de la Barquera (jo, que recuerdos) que aunque yo ya había estado en ambos, eran pueblos que ellas no se podían perder y además nos venían de paso. Y siguiendo con la costa, fuimos a
Ribadesella,
LLanes (en la foto) y el famoso pueblo del Doctor Mateo, que aunque en la serie se llama San Martín del Sella, en la realidad se llama
Lastres, y cuando fuimos al faro casi me mato por el acantilado porque había barro, me resbalé y me caí de culo. Que susto se metieron jajaja.

También tuvimos tiempo de probar la fabada de verdad, la sidra, el orujo… y de ver
vacas por todas partes que me encantaaaaaan! (hasta me hice una foto con una jajaja).

Ayyyyyy, nos lo hemos pasado tan bien que creo que después de 10 días aún tengo síndrome post-vacacional. ¡Quiero máaaaaas!