Saturday night
Anoche estuve cenando en el ático que tienen mis tíos cerca de Peñíscola. Pedazo terraza tienen, siempre que voy me muero de envidia. Y también siempre que nos juntamos, se cuentan las mismas batallitas de cuando mis primos y yo éramos pequeños, pero nos partimos de risa igualmente.
Terminamos de cenar. Mis primos se van porque tienen planes con sus respectivos novios/as y solamente quedamos cuatro. Mientras se enfría el champán que han comprado por mi cumple, nos tomamos unos chupitos de crema de orujo… mmmm me encanta. Sale la primera botella de champán y nos dura un minuto. Sale la segunda. Y la tercera. Y la cuarta. Somos 4 así que tocamos a botella por cabeza. Se acaba el champán y aún es pronto. No pasa nada, veamos el mueble-bar (im-prezionante!). Cada uno se sirve lo que quiere y yo voy y elijo el peché que no es peché. Se supone que debería estar dulce pero está amargo. Pruebo el gin-tonic por curiosidad aún sabiendo que no me gusta ni la ginebra ni la tónica. Que asco xD
Hace rato que no puedo caminar recto. Mi cerebro ordena una cosa pero mis piernas hacen lo que les da la gana y encima no puedo parar de hablar ni de reírme. El estómago me empieza a matar. Me voy al baño por lo que pueda pasar y oigo que mi tío está en el baño de al lado. No lo debe estar pasando muy bien. Yo tampoco porque vomito y es rojo con tropezones blancos (me pregunto porqué sería de ese color, que raro). Pienso que lo mejor será tumbarme y me voy a mi habitación. Me desplomo en la cama, cuando me echen de menos ya vendrán a buscarme. Me acuerdo de Ana en Cormorán jajajajajaja y me preocupa que el siguiente paso sea el estrujamiento de cabeza que ella tenía, pero no ocurre, sólo una sensación de tranquilidad y mucho sueño. También pienso en Silvia y en todas las veces que le digo que no beba tanto. Me duermo sin darme cuenta.
Sólo consigo dormir 4 horas y todavía es demasiado pronto para levantarse. No paro de dar vueltas en la cama durante horas. Por fin oigo que alguien se ha levantado y me levanto yo también. No tengo hambre pero desayuno, a mi estómago le vendrá bien. Sigo teniendo la boca con sabor agrio y una sensación de no saber si estoy aquí o allí cada vez que me siento. Pero no hay nada que una mañanita en la playa no pueda solucionar. Después del baño fresquito y el ratito al sol, la que está fresca como una rosa soy yo…
Terminamos de cenar. Mis primos se van porque tienen planes con sus respectivos novios/as y solamente quedamos cuatro. Mientras se enfría el champán que han comprado por mi cumple, nos tomamos unos chupitos de crema de orujo… mmmm me encanta. Sale la primera botella de champán y nos dura un minuto. Sale la segunda. Y la tercera. Y la cuarta. Somos 4 así que tocamos a botella por cabeza. Se acaba el champán y aún es pronto. No pasa nada, veamos el mueble-bar (im-prezionante!). Cada uno se sirve lo que quiere y yo voy y elijo el peché que no es peché. Se supone que debería estar dulce pero está amargo. Pruebo el gin-tonic por curiosidad aún sabiendo que no me gusta ni la ginebra ni la tónica. Que asco xD
Hace rato que no puedo caminar recto. Mi cerebro ordena una cosa pero mis piernas hacen lo que les da la gana y encima no puedo parar de hablar ni de reírme. El estómago me empieza a matar. Me voy al baño por lo que pueda pasar y oigo que mi tío está en el baño de al lado. No lo debe estar pasando muy bien. Yo tampoco porque vomito y es rojo con tropezones blancos (me pregunto porqué sería de ese color, que raro). Pienso que lo mejor será tumbarme y me voy a mi habitación. Me desplomo en la cama, cuando me echen de menos ya vendrán a buscarme. Me acuerdo de Ana en Cormorán jajajajajaja y me preocupa que el siguiente paso sea el estrujamiento de cabeza que ella tenía, pero no ocurre, sólo una sensación de tranquilidad y mucho sueño. También pienso en Silvia y en todas las veces que le digo que no beba tanto. Me duermo sin darme cuenta.
Sólo consigo dormir 4 horas y todavía es demasiado pronto para levantarse. No paro de dar vueltas en la cama durante horas. Por fin oigo que alguien se ha levantado y me levanto yo también. No tengo hambre pero desayuno, a mi estómago le vendrá bien. Sigo teniendo la boca con sabor agrio y una sensación de no saber si estoy aquí o allí cada vez que me siento. Pero no hay nada que una mañanita en la playa no pueda solucionar. Después del baño fresquito y el ratito al sol, la que está fresca como una rosa soy yo…
Escrito por begotxu @ 23:51
jajajaja yo eso lo vivo cada finde a veces mas, a veces menos, depende de lo que beba o las mezclas jaja pero hay veces q la resaca me ha durado mas de un dia, y telaaaaaaaa. lo bueno q tu potas y ya, yo ni eso, se keda dentro de mi hasta q le apetece irse, con sus respectivos mareos, cuando este embarazada algun dia sera como una resaca continua supongo jajaja no sera algo nuevo para mi.
sil.
Yo nunca llego ahí porque me voy controlando pero yo no sé qué pasó el sábado que no me di cuenta...
Borrasssssssha!!
A mí el "estrujamiento" ese de cabeza no se me olvida, si me concentro hasta lo puedo volver a sentir jajaja la primera y última vez.
Más de dos copillas de agua de valencia nunca mais