Ni flowers

Tengo una amiga (no voy a decir tu nombre, tranquila) que no para de comerse la cabeza por un chico. Lo mejor (o lo peor) es que sabe que a él también le mola ella pero son los dos igual de indecisos, con lo cual me sacan de quicio, porque si sus vidas fueran una película, serían la típica que nada más empezar sabes que van a terminar juntos y que ya se podían ahorrar la hora y 20 minutos restantes.

Ella no para de preguntarme qué hacer: si le llama, si no le llama, si le manda un sms, si le dice esto, si no se lo dice... y me doy cuenta de lo fácil que es dar consejos cuando no eres tú la que está viviendo esa situación. Consejos que tampoco sirven para nada porque digas lo que digas, no te va a hacer caso, va a ir a su bola totalmente. Pero aún así, sigue preguntando, con lo cual, a veces me siento como las periodistas de la Cosmopolitan, esas a las que la gente les manda preguntas y ellas con toda su amabilidad y simpatía te contestan en plan “querida amiga capricornio, lo que deberías hacer es quedar con él a solas en un lugar romántico y que ambos os digáis lo que sentís mutuamente...” cuando en realidad lo que te dan ganas de decirle es “por dios! queda ya con él y tíratelo de una veeeeez!!!!!!”

La verdad es que debe estar bien eso de ser una chica Cosmo y que la gente te escriba pidiendo consejos que tú le puedes contestar mientras estás tumbada en la playa. Total, si siempre son las mismas preguntas, lo único que hay que cambiar es el horóscopo de quien te escribe jajaja. No, en serio, debe ser divertidísimo trabajar para una revista así. Para mí que la escriben mientras están de copas, porque si no no se explica que les salgan artículos como “¿a cuál de estas estrellas les robarías los zapatos?” o “20 ideas para ser irresistible y que él caiga a tus pies” jajaja me encantan.